La vocación de servicio público, la variedad de oportunidades y la estabilidad fueron los motivos por los que Cristina apostó por opositar. Ha aprobado a la vez los cuerpos de Gestión y Administrativo del Estado. Asegura que «cada uno lleva sus propios tiempos» y que a veces el camino no es recto, pero si sigues adelante, se consigue.
MARTA GÓMEZ PEÑARRUBIA
El apoyo de familiares y amigos, hacer deporte y sobre todo escucharse a uno mismo son las claves para mantener la motivación y conseguir finalmente la plaza. Cristina aconseja no compararse con otros, porque “cada uno lleva sus tiempos”.
“Aunque a veces no es un camino recto, al final llegamos al objetivo”, asegura. Y lo dice desde la experiencia de haber opositado durante tres años a Administradores Civiles del Estado, y, tras reconducir su rumbo, haberse sacado finalmente dos oposiciones a la vez: Gestión del Estado y Administrativos del Estado. Por eso dice que, además de cuidarse mucho, tienes que perseverar: “Cuando parece que te faltan fuerzas hay que seguir adelante”.
Cristina decidió opositar por vocación y por la estabilidad y variedad de opciones que ofrece el empleo público. Para ella la Administración Pública es una puerta que se te abre para acceder a un montón de posibilidades. El camino de Cristina ha empezado en el Ministerio de Educación, donde trabaja como interina, y está deseando descubrir cuáles son sus siguientes oportunidades.