Es la única forma de lograr un entorno más justo y solidario y conseguir la plena inclusión de las personas con discapacidad intelectual. Este es el principal punto de acuerdo de la mesa redonda celebrada con ocasión de la presentación oficial del i360º de la Fundación Prodis, un proyecto que une a empresarios, docentes y personas con discapacidad intelectual por un reto común: crear más y mejores oportunidades para todos.
MARTA GÓMEZ PEÑARRUBIA
“Todo el mundo tiene ideas, pero muy poca gente es capaz de dar sentido a esas ideas, de aterrizarlas. En Prodis trabajan para ayudar a los demás y lo que hoy presentamos es un paso más de la Fundación”. Con estas palabras iniciaba la periodista Isabel San Sebastián el acto de presentación del Instituto de Formación Inclusiva i360º de la Fundación Prodis. Un evento que contó con la participación de representantes de todos los agentes del cambio implicados en el proyecto en una mesa redonda en la que se conversó sobre el estado actual y los retos de la inclusión de las personas con discapacidad intelectual en los ámbitos educativos y laborales y en la que participó Kike Cortés, director de SKR.
Lola Izuzquiza, directora del Instituto, habló orgullosa de los dos años de trabajo que se han invertido para crear el i360º “tras 22 años diseñando proyectos de vida, 22 años creando oportunidades”. Se mostró convencida “del poder transformador de la educación” y resaltó el principal objetivo de este reto que ya es una realidad creciente: transformar la mirada de la sociedad.
¿Cómo? A través de los agentes del cambio que desde el Instituto dividen en grupos para facilitar el enfoque y la optimización de los planes de acción: sector empresarial (proyecto Alianza), docentes (proyecto Campus), personas con discapacidad intelectual (proyecto Educaprodis), familias (proyecto Juntos) e investigadores (I+D+I). Estos agentes del cambio están conectados, todos deben trabajar unidos, cada uno desde su esfera, para que de la suma de todos los esfuerzos dé como resultado la plena inclusión.
En la misma línea habló Soledad Herreros de Tejada, presidenta de la Fundación Prodis, al aseverar que en un mundo que cambia constantemente la innovación es clave para avanzar. “Creamos las herramientas necesarias para construir una sociedad más justa y solidaria”, aseguró. Durante su intervención destacó también la importancia de la colaboración con la Escuela de Gobierno y Transformación Pública SKR, la plataforma educativa Lottus Education, ambas representadas en la mesa redonda por Kike Cortés, y la Universidad CEU San Pablo, que trabaja mano a mano con Prodis en la construcción de sus planes de estudios propios de la rama de Educación.
Durante el coloquio empresarios, docentes, padres y un estudiante con discapacidad intelectual tuvieron ocasión de compartir sus experiencias y enriquecer con sus puntos de vista el contenido del evento que los asistentes seguimos con gran interés y altas dosis de autocrítica.
Desde la CEU San Pablo, aseguró Antonio Milán, Director de los Grados de Educación de la Universidad, “transformamos la mirada de los futuros profesores”, apostando por el valor que aporta a la formación, más allá del programa académico, que los estudiantes compartan pupitre y actividades académicas con alumnos con discapacidad intelectual.
¿Está la universidad a la altura para lograr la plena inclusión? Preguntaba entonces la moderadora. Y lo hacía no solo a los docentes presentes, sino a los empresarios que en el siguiente paso tienen la responsabilidad de poner a prueba y de hacer realidad los proyectos educativos. Ambas partes se mostraron de acuerdo en la necesidad de establecer un diálogo constante entre centros educativos y empresas, con la participación, colaboración y empuje de entidades como la Fundación Prodis, el impulso más firme de los avances conseguidos. Y no eran meras palabras, Juan Sitges, Director de la Fundación Caser, se refirió al buen ambiente laboral que genera tener una plantilla de trabajadores que da ejemplo de la inclusión que se defendía en la mesa.
Coral Otermin, madre de un joven con discapacidad intelectual, y Emanuele Missud, padre de un niño con síndrome de Down, escuchaban, asentían, agradecían, pero luego aseguraban, con sonrisa perpetua e infinita paciencia, que el trabajo nunca acababa, que los logros de sus hijos son solo el comienzo de retos posteriores y mucho mayores. Retos para las familias, por supuesto, para docentes y empresarios, sentados a su lado, para los políticos, representados también en la sala, pero sobre todo, retos para la sociedad en su conjunto.
Pedro Holguín destacó las dificultades que atravesó durante sus diferentes etapas educativas: “En el instituto me encontraba perdido porque necesitaba ayuda, apoyo escolar”, algo que obtuvo peleando duro, pero nunca solo. “Prodis da el salto que necesitan las personas con discapacidad intelectual”, aseguró agradecido por hacer acompañado el camino hacia su realización personal.
En el debate Coral pedía actitud activa: “Necesito un compromiso de Administraciones y empresas” y Kike Cortés aceptaba el reto: “Se incluye uno a uno y se construye entre todos”. Sobre el ámbito público recordó que las Administraciones tienen la obligación legal de reservar el 2% de las plazas ofertadas cada año a personas con discapacidad intelectual, pero lamentó que muchas “no tienen la capacidad ni el conocimiento para cumplirlo. Podemos hacer mucho para ayudarles. También hacer visible que lo están haciendo mal”.
Ese es el motivo principal por el que SKR se implicó en la academia de oposiciones: formar a personas con discapacidad intelectual para el acceso al empleo público y, al mismo tiempo, tratar de contribuir a la mejora de los procesos selectivos y a la posterior integración efectiva de los aprobados. Para que el éxito no sea solo sobre el papel y los aspirantes que logran sus plazas sientan de verdad que han conseguido derribar las barreras que les separaban de sus sueños.
Ignacio Tremiño, director general de Atención a Personas con Discapacidad de la Comunidad de Madrid, sacó pecho al afirmar que en el ámbito del empleo somos un ejemplo para la Unión Europea en la inclusión de personas con discapacidad. No gracias a la Administración, añadió tajante, “sino a entidades como Prodis que consiguen dar los primeros pasos y a las personas con discapacidad. No solo protestan, sino que ponen soluciones sobre la mesa.”
Seguir el rumbo que marcan y aprender de ellos es nuestro primer deber como agentes del cambio, pero el compromiso siguiente tiene que ser necesariamente asumir como propia la responsabilidad de que la plena inclusión sea una realidad en todas las esferas de la sociedad.
Marta Gómez Peñarrubia es periodista y responsable de comunicación de SKR. Le interesan más las dudas que las certezas. Tuiterías: @marta_gomz
