SKR Ediciones y Dextra Editorial lanzan conjuntamente los dos primeros títulos de la nueva colección Micromiradas. Kike Cortés, promotor de esta serie de publicaciones que llega al escenario literario en marzo de 2021, nos presenta el ensayo de Francisco Javier Martín Rojo, La soberanía pulverizada, con prólogo de Fernando Rey Martínez.
KIKE CORTÉS DE ABAJO
“Quien no vea al Estado con los ojos del Derecho es que está ciego”, decía Bodino. El Derecho, las normas, en suma, las reglas, son la expresión organizada y articulada de la soberanía y el método de racionalizar y dar estabilidad a las instituciones y a las relaciones entre los agentes de la sociedad.
Pero esa idea, consolidada durante siglos, se basaba en entornos más o menos estables, con ritmos sociales y políticos digeribles y unas dinámicas económicas regionales y nacionales. Sin embargo, el final del siglo XX y, especialmente, el primer cuarto del siglo XXI han traído una aceleración radical de las tendencias políticas, económicas y sociales y, con ello, han hecho saltar en pedazos la supuesta capacidad de los Estados de controlar lo que ocurre dentro de ellos y, mucho menos, de manejar lo que ocurre fuera. La soberanía, tal como la hemos conocido, ha sido enviada al museo de la Historia.
Los síntomas están claros, lo que parece un poco más difícil de perfilar son los remedios. La potencia del impacto es de tal calibre que toca redefinir de arriba a abajo los conceptos, y uno de ellos es, precisamente, la soberanía.
“La vocación del ensayista no es la de generar certezas sino poner en duda las existentes y matizar sus perfiles”
La labor del ensayista no es, o no debería ser, la de encontrar la luz en las tinieblas sino la de identificar y definir los aspectos de la realidad que requieren atención; al igual que su vocación no es la de generar certezas sino, al contrario, poner en duda las existentes y matizar sus perfiles. Si acaso, apuntar humildemente opciones a explorar.
Eso es lo que hace Francisco Javier Martin en este encomiable esfuerzo —preciso y riguroso— de aportar una mirada distinta sobre la soberanía. Y eso es lo que el prologuista destaca de manera especialmente sagaz.
El autor se alinea así con la vocación de esta colección Micromiradas. No pretendemos generar certezas, ni tan si quiera acercarnos a ellas, solo aportar nuestro valor —mucho o poco, usted, querido lector, decidirá— al debate de las cosas que importan e interesan.
“Cada vez que finalizo un texto y creo haber dado en la diana, me asaltan todo tipo de dudas e inquietudes”, señalaba Montaigne, que sin saberlo inventó el ensayo como género. Ni encerrado en la soledad de su torre fue capaz de encontrar el sosiego y la paz ante lo que ocurría a su alrededor. Gracias a esa zozobra e inquietud muchos hoy no buscamos dogmas ni verdades, sino la aventura misma en las travesías y caminos entrecruzados.
Gracias a Francisco por seguir al Señor de la Montaña y a Fernando por ser un prologuista de tan fina talla.
Puede adquirir aquí La soberanía pulverizada, de Francisco Javier Martín, con prólogo de Fernando Rey
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