¿Te presentas al examen de CSACE este viernes? Te dejamos unos consejos para afrontar los nervios y el desarrollo del ensayo.
Lo primero de todo: el tema logístico. Lleva varios bolis, un reloj o o un cronómetro (¡comprueba ahora mismo que tiene pila!), una botella de agua y algo de comer (frutos secos, caramelos… para aguantar las cuatro horas del examen… más la espera previa). Y por favor… ¡no te olvides de tu DNI!
Planifica previamente la ruta y llega con tiempo a la sede de examen. Mejor que te sobre tiempo… Piensa que este año el examen se realiza en día laborable, por lo que habá transporte público más frecuente, pero la hora punta de los viernes puede complicar los accesos a las grandes ciudades.
Haz primero el ensayo de actualidad, pero reserva tiempo suficiente para el de especialidad. ¡Y no te pases de tiempo! Ambos textos deben quedar compensados en cuanto a extensión y contenido. Piensa que luego tendrás que leerlos seguidos y un mal ensayo puede arrastrar al otro, mientras que si los dos están equilibrados se ayudarán mutuamente demostrando tu capacidad para desenvolverte con cualquier tema.
Elige lo más rápido posible el tema que vas a desarrollar de los dos propuestos. Para ello analiza bien los títulos y fíjate en lo que te piden exactamente. No te compliques… ¡Ve a lo seguro!
Dedica entre 20 y 30 minutos para hacer los esquemas de ambos ensayos. Cuanto más desglosado lo tengas menos te costará luego desarrollar las ideas, pero ten cuidado, mide bien el tiempo. Cuando tengas clara la estructura redacta una introducción breve que anticipe al tribunal toda la argumentación que vas a exponer a continuación.
Elige y define claramente la idea fuerza y mantenla durante todo el ensayo sin desviaiones injustificadas. Aunque en clase está bien arriegar y probar cosas nuevas, en el examen es mejor que el hilo conductor sea sencillo. No es momento de entrar en polémicas o abrir debates que no puedas cerrar en el propio ensayo.
Piensa en tu yo del futuro y échale una mano… En unas semanas vas a leer el examen ante el tribunal, así que escribe con claridad para no pasar un mal rato descifrando tus propios jeroglíficos.
Sabemos que parece imposible, pero guarda unos minutos para releer el examen y perfilar cualquier fleco que te hayas dejado suelto, concluir algún argumento que no quede claro, etc.
¡No abandones el examen! Prohibido levantarse de la silla. Si te bloqueas, tómate un rato para respirar hondo y reconducir el tema, seguro que tienes recursos para sacarlo adelante. Son nervios, puedes controlarlos.
Confía en tus conocimientos, en tu capacidad, en tu duro trabajo durante estos meses. ¡Tienes el aprobado a tu alcance! Y cuando salgas llama a tu prepa para contarle cómo te ha ido.
