Esa técnica y conocimiento a la que alude Mario Laguna debe adquirirse a través de una preparación de calidad basada en una metodología sólida, un equipo docente de primer nivel y comprometido y los materiales de estudio más eficaces. Los autores del manual de Casos Prácticos de Derecho Público y Administración (SKR Ediciones y Dextra Editorial, 2022) nos cuentan cómo el recién publicado libro aúna todos estos aspectos.
MARTA GÓMEZ PEÑARRUBIA
El objetivo principal del manual de Casos Prácticos de Derecho Público y Administración es, en palabras de Pablo Moreno, “construir una herramienta útil para la preparación del cuarto ejercicio de la oposición al Cuerpo Superior de Administradores Civiles del Estado (CSACE) y de cualquier caso práctico de una oposición”.
Su motivación para participar en la realización del libro fueron las carencias que él mismo encontró cuando preparaba este examen. “Las dos primeras veces que llegué al cuarto ejercicio fue en otra academia en la que apenas se preparaba y es fundamental enfrentarse a muchos casos prácticos, que te enseñen a identificar los problemas, a proponer soluciones lógicas y coherentes y a redactarlo con el rigor que exige el ejercicio real del examen.
Con dificultades similares se topó Félix Cantero, que recuerda que cuando le tocó afrontar el cuarto ejercicio “todo el material disponible era bastante más fragmentario. Por ello, reunir casos convenientemente elaborados en un libro como este ahorra mucho tiempo que puede dedicarse a desarrollar la pauta de trabajo y la lógica del ejercicio final”.
En la primera parte del manual se expone una serie de consejos para afrontar el caso práctico y después se desarrollan 10 supuestos de hecho con su respectiva propuesta de resolución. Entre los temas elegidos destacan los casos prácticos sobre contratación, gestión financiera y derecho administrativo (procedimiento, responsabilidad patrimonial, etc.).
En cuanto a la estructura y el enfoque, apunta Cantero, el manual de casos prácticos busca ser el famoso ‘ojo poliédrico’ propio de la metodología SKR, enfocado a la realidad administrativa palpable y práctica. “Se ha tratado de reflejar en él las variopintas cuestiones que se puede encontrar alguien del CSACE en su carrera profesional por diferentes puestos”, explica. Algo que no siempre alcanzan a plasmar los temarios de las oposiciones o cualquier otro documento de estudio puramente teórico.
Moreno, ahonda en esta cuestión al afirmar que el manual “plantea una serie de supuestos reales en la práctica administrativa y que hay que afrontar con soluciones razonadas y coherentes”. Y recalca un extremo que suele ser el quebradero de cabeza de muchos opositores frente a este examen: “Es importante entender que no hay una única solución, pero que la que se ofrezca debe estar muy bien argumentada y ser coherente a lo que nos están pidiendo”.
También Julia Bella apuesta por un razonamiento sólido como clave para superar el ejercicio: “Como en ocasiones un caso práctico puede tener varias soluciones posibles, es muy importante justificar las respuestas. En todo caso, si se tienen dudas, es fundamental escuchar a nuestro Pepito Grillo interior y ser conservador con la solución”, añade.
Cuando preguntamos a Mario Laguna si un libro como este habría facilitado su propia experiencia como opositor, la respuesta es rotunda: “Sin duda. Este manual aporta una visión panorámica dividida en múltiples materias de los problemas jurídico-prácticos a los que se enfrenta un opositor del CSACE en su último examen. Se ha redactado con un especial esfuerzo didáctico, con el objetivo de hacer entendible la complejidad administrativa”.
La vocación docente es, como hemos visto, la mayor motivación de los coautores para participar en el proyecto, pero no es la única. Según Cantero, el libro no solo ayuda a quien ya está a las puertas de finalizar el proceso selectivo, sino también “a quienes ya lo superamos, para no olvidar que la Administración es algo vivo que evoluciona y requiere atención”.
Tal y como está planteado y redactado, el manual de Casos Prácticos de Derecho Público y Administración ayudará tanto a los aspirantes para la preparación del acceso al CSACE como a cualquier profesional de lo público que necesite actualizarse y mantenerse al día en su entorno de trabajo. La publicación forma parte de la Colección Practicum con la que SKR Ediciones trata de contribuir a un mejor conocimiento de los procesos públicos desde un punto de vista más apegado a la realidad.
Partiendo del decálogo de mandamientos que podemos encontrar al inicio del manual de Casos Prácticos de Derecho Público y Administración, Julia Bella nos da el primer consejo a tener en cuenta, ese que parece obvio, pero que conviene repetirse constantemente a uno mismo y tomarse en serio cuando nos insiste nuestro prepa hasta en sueños (y sí, también en pesadillas): “Leer bien el enunciado y contestar a lo que se pregunta”. Nada más. Todo eso.
Como todo examen de la oposición al CSACE, enfatiza Mario Laguna, “es importante conjugar técnica y conocimiento, leer detenidamente el enunciado, realizar un esquema del mismo y un borrador de respuesta conforme a los conocimientos ya adquiridos”. Y continúa, poniéndose en situación con una concentración tal como si mañana mismo tuviera que enfrentarse al examen: “Hay que analizar qué materiales de resolución se aportan y buscar si las respuestas preliminares son coherentes con los mismos. Es fundamental redactar de forma concisa y sencilla las respuestas, así como repasar detenidamente el resultado final”.
Para Félix Cantero el control del tiempo es otra de las cuestiones clave. No desviarse de lo que nos preguntan y “centrarse en lo requerido es a menudo complejo, pero, si se consigue, se tiene mucho ganado”, asegura.
“Es el momento de ponerse en la piel de un funcionario«, comenta con seguridad Pablo Moreno. “Tienes un problema y hay que encontrar una solución. Una que sea lógica, que sea coherente con lo que están pidiendo, y exponerla de manera fundamentada a nivel jurídico. No vale con proponer soluciones creativas, hay que ‘acertar’, el tribunal tiene en mente varias opciones y hay que intentar estar dentro de estas. Además, hay que motivar todo conforme a lo que dispone la ley, una buena fundamentación no solo es la base de un buen ejercicio, también de la defensa posterior”.
Y más allá de demostrar los conocimientos, el aplomo a la hora de defenderlos resulta crucial para Laguna. “No hay que olvidar que esta fase de la oposición es la más parecida a una entrevista de trabajo, lo que significa que hay que demostrar capacidad de comprensión de los problemas planteados, resolución razonable y razonada y síntesis sin necesidad de florituras ni adornos que no aporten. En definitiva, se valora la aptitud resolutiva de los aspirantes, pues no hay que olvidar que un buen TAC -antigua nomenclatura del CSACE que sus miembros siguen utilizando de manera informal- es aquel que es capaz de desencallar los problemas del día a día de la Administración.
Marta Gómez Peñarrubia es periodista y responsable de comunicación de SKR. Le interesan más las dudas que las certezas. Tuiterías: @marta_gomz
