Alejandro Pérez decidió opositar al Cuerpo Superior de Administradores Civiles del Estado porque quería ser parte activa del desarrollo de las políticas públicas desde el Estado. Entender los exámenes y lo que se esperaba de él en cada ejercicio fue la clave para aprobar.
MARTA GÓMEZ PEÑARRUBIA
“La vida académica no me ofrecía todas las posibilidades que yo quería”, asegura Alejandro Pérez para explicar por qué decidió opositar. Fue haciendo el doctorado cuando se dio cuenta de que le gustaba más la vertiente práctica de las ciencias sociales. “En concreto quería ‘hacer’ las ciencias sociales desde el Estado”, trabajando en el desarrollo y la implementación de las políticas públicas desde la vertiente más real posible.
Precisamente esas ganas de cambiar la sociedad desde las instituciones, de participar en los procesos de evaluación de los problemas, búsqueda de soluciones y toma de decisiones es uno de los mayores atractivos del Cuerpo Superior de Administradores Civiles del Estado (CSACE), un cuerpo de directivos públicos. Los opositores que optan al mismo comparten una fuerte vocación de servicio público y una gran capacidad profesional para trabajar al más alto nivel dentro de la Administración.
Alejandro consiguió su plaza como Administrador Civil del Estado en 2023. La experiencia, nos cuenta, ha sido dura, a pesar de haber podido prepararse sin necesidad de compaginar el estudio con otras ocupaciones.
Cuando le pedimos un consejo para otros opositores lo tiene claro: “Entender los exámenes, saber qué te están pidiendo para desarrollar una estrategia personal que te ayude a enfrentarte a ese examen”. Comprender y ser capaz de descifrar lo que el tribunal espera de los aspirantes es fundamental en cualquier proceso selectivo, pero en el CSACE cobra especial relevancia, además, diferenciarse del resto, sobre todo en el primer ejercicio. Esta combinación perfecta entre conocimiento, técnica y estilo es el pilar en el que se basa la metodología de preparación de SKR.
