Logo - Producto

Una cuestión de confianza

Comparte este post

Facebook
Twitter
LinkedIn
WhatsApp
Acabamos de estrenar un año nuevo y las listas de buenos propósitos y grandes proyectos inundan nuestros pensamientos aderezados de múltiples análisis del pasado. Todos los años se produce el mismo rito imperturbable, sin importar el contexto histórico que estemos viviendo. Este ritual acontece de igual manera en las organizaciones. Al fin y al cabo, ¿de qué están hechas sino de seres humanos?
ANA CABRERA CANAL

Una cuestión que cierra y abre todos los años el listado de buenos propósitos de las organizaciones es la confianza, cómo generar o recuperar confianza entre los grupos de interés. Desde hace tiempo predomina un clima generalizado de recelo provocado por la incertidumbre, que generan factores como la transformación digital, el cambio climático, la pandemia de la COVID-19 o conflictos armados como el de Ucrania.

La búsqueda de la confianza se erige en Eldorado de nuestra era. Es la condición necesaria para relacionarnos con los demás y para lograr nuestros fines o intereses. Putnam la analizaba como un lubricante social. Fukuyama la define como el conjunto de expectativas de cumplimiento de un comportamiento cooperativo, honesto y reglado de una comunidad. Luhmann la imagina como un radar de expectativas en función tanto de nuestros intereses personales como de las características de nuestro entorno, una calculadora de posibles soluciones para poder asumir riesgos, que conlleva decepciones si los cálculos que hemos hecho en función de nuestras experiencias y expectativas no se cumplen.

El Barómetro de Confianza de Edelman desde su creación viene subrayando el ecosistema de desconfianza generalizado existente hacia organizaciones y líderes sociales de todo el mundo. Pero en su última edición de 2023, titulada “Navegando por un mundo polarizado”, destaca que la falta de fe en las instituciones sociales provocada por la ansiedad económica, la desinformación, la división de clases y la falta de liderazgo nos ha conducido a una profunda y peligrosa polarización. Richard Edelman nos advierte de que, si no se actúa, veremos cómo pasaremos de una crisis de confianza institucional a una crisis de confianza interpersonal.

“La confianza permite la acción y la acción genera confianza. La condición previa para la confianza es un sistema que funcione para todos. Esa es nuestra tarea perenne”

Fuente: Trust Barometer 2023. Edelman.

En cuanto a la confianza en las Administraciones Públicas, en España, aunque hace tiempo que no se mide esta relevante cuestión, los tres últimos informes sobre la percepción ciudadana de los servicios públicos (2016, 2017 y 2018), revelan la siguiente tendencia: los residentes en España brindan una alta importancia a la existencia en sí misma de los servicios públicos, pero consideran que no funcionan satisfactoriamente, siendo el tiempo en resolver los trámites, la sencillez de los procedimientos, la información que brindan y la posibilidad de participación ciudadana, los asuntos peor valorados. Estamos a 2023 y se podría decir que siguen siendo cuestiones en proceso de mejora.

El estudio de la Confianza en el Gobierno de 2021 (Trust in Government) de la OCDE, analiza la confianza en las instituciones públicas en función de las siguientes cinco variables, que a su vez representan cinco recursos intangibles elementales:

  1. Capacidad de respuesta (responsiveness): oferta de servicios públicos y desarrollo normativo.
  2. Confiabilidad (reliability): anticipar el cambio y proteger a la ciudadanía.
  3. Integridad (integrity): usar el poder y los recursos públicos de forma ética.
  4. Apertura (openness): escuchar, consultar, comprometer y explicar a los ciudadanos.
  5. Equidad (equity): mejorar las condiciones de vida para todos.

A raíz de las múltiples crisis que estamos viviendo, desde el sector público, se están dando pasos importantes en las cinco variables descritas. Especialmente, en el caso de la UE y de España, se está avanzando en la variable de la integridad para asentar una cultura ética y de compliance en la gestión pública. Ejemplo de ello son los múltiples planes de medidas antifraude o declaraciones de ausencia de conflictos de interés (los famosos DACIs) en el contexto de los fondos Next Generation de la UE y de los Planes de Recuperación, Transformación y Resiliencia. Su último exponente en nuestro país es la reciente Orden HFP/55/2023, de 24 de enero, relativa al análisis sistemático del riesgo de conflicto de interés en los procedimientos que ejecutan el PRTR.

La gestión de estos intangibles para reconstruir la confianza no es sencilla, pues el actual entorno BANI en el que operan las organizaciones es altamente incierto y cambiante.  

Fuente: elaboración propia.

Este mundo BANI implica los siguientes elementos a tener en cuenta:

  1. Clima de desconfianza: como muestra cada año el Barómetro de Confianza de Edelman.
  2. Máximos riesgos: el Informe sobre Riesgos Globales del Foro Económico Mundial analiza todos los años cuáles son los 10 riesgos principales a los que nos enfrentamos. Desde hace tiempo tales riesgos son de carácter medioambiental y social. La última edición de 2023 subraya además que, en el umbral de una era de bajo crecimiento y escasa cooperación, el endurecimiento de los compromisos puede erosionar la acción por el clima, el desarrollo humano y la resiliencia futura.
  3. Retos ESG (Environmental Social Governance): Forética, representante en España del World Business Council for Sustainable Development (WBCSD), en su informe anual de Tendencias ESG clave, revela en su última edición de 2023 que la agenda de la sostenibilidad se enfrenta a su primer invierno debido a las distintas crisis solapadas de carácter económico, geopolítico y social, erosionando la convicción de algunos colectivos sobre la vigencia de seguir impulsando la sostenibilidad.
  • Hacia un capitalismo responsable: Larry Fink en su última carta anual a los CEOS afirma que el poder del capitalismo reside en la capacidad de las empresas para impulsar relaciones beneficiosas tanto para ellas como para todos sus grupos de interés o stakeholders (inversores, empleados, clientes, proveedores o comunidades). También afirma la simbiosis existente entre capitalismo y sostenibilidad porque la mayoría de stakeholders espera que las compañías desempeñen un papel en la descarbonización de la economía global. Pocas cosas influirán más en las decisiones de asignación de capital -y, por tanto, en el valor a largo plazo de una compañía- que la eficacia con la que navegue la transición de energía global en los próximos años.
  • Mayor peso de los intangibles: a día de hoy, los activos intangibles representan el 90% del valor total del S&P 500.

En definitiva, en este mundo BANI las organizaciones de todo tipo, públicas o privadas, son cada vez más conscientes de que, para recuperar y reconstruir la confianza con la sociedad, resulta indispensable gestionar de manera adecuada sus recursos intangibles. Es una cuestión de confianza, es una cuestión de supervivencia.

Ana Cabrera Canal es Administradora Civil del Estado y preparadora del mismo cuerpo en SKR. Autora del ensayo La gestión de la reputación en las organizaciones. La sociedad de lo intangible (2022, SKR Edtorial Colección Micromiradas y Dextra Editorial).

Artículos relacionados:

“Vemos una sociedad cada vez más individualizada, más miedosa, lo que genera cada vez más desconfianza”
“Las organizaciones ya no se miden por lo que hacen, sino por cómo y para quién lo hacen”
“Debemos dotar a la ciudadanía de herramientas para diferenciar bulos de verdades”

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Una mirada al mundo del sector público

Entérate de todas las novedades sobre el sector público y las oposiciones: