Ana Gancedo tuvo clara su vocación de servicio público desde que terminó la carrera y decidió opositar al Cuerpo de Técnicos Superiores de la Comunidad de Madrid. Recomienda ver la oposición como una inversión en uno mismo y guardar siempre un espacio para el autocuidado.
MARTA GÓMEZ PEÑARRUBIA
Desde que terminó la carrera Ana Gancedo tuvo clara su vocación de servicio público. “Trabajar en la Administración Pública supone trabajar para los demás y para mí es algo que resulta muy satisfactorio”, explica.
Apostó en principio por un cuerpo directivo, el de Administradores Civiles del Estado. Al cabo de los años compaginó la preparación con el del Cuerpo de Técnicos Superiores de la Administración de la Comunidad de Madrid, el equivalente autonómico del primero y en el que finalmente obtuvo plaza.
Nos cuenta que su experiencia ha sido larga, “pero me ha enriquecido mucho personalmente”. A otros opositores les aconseja pensar en la oposición como una inversión en ellos mismos y como una apuesta por su futuro.
Recomienda, además, reservar un espacio para sí mismos: “No te olvides de dejar una parte del día para hacer algo que de verdad te guste y descansar un poco de tantas horas de estudio”.
Como ella misma nos contaba hace unos meses, “en la oposición es importante gestionar el estrés y la presión” y, en su caso,empezar a practicar yoga le ayudó a relativizar la oposición y superar los momentos más difíciles.